domingo, 30 de noviembre de 2014

Cuando se os oye pensar


El estupendo barítono Thomas Quasthoff

Los que crecéis en mi clase bajo el póster de ese concierto del Concertgewob con Bostridge y Quasthoff, sabéis que con frecuencia lo señalo para deciros algo que me resultó muy revelador oír a Quasthoff hace ahora bastantes años. Cantaba un joven barítono en Schwarzenberg. Algo no funcionaba y el propio chico dijo "es que tengo que pensar".. Y Quasthoff lo cortó con su tono imperioso y tajante. 

"No, no. No tienes que pensar. Si tienes que pensar, entonces es que algo falla".

Al principio el público de la sala lo interpretó como un chiste, fruto de la faceta de Quasthoff como showman. La frase encierra, sin embargo, una gran verdad: aunque no es cierto que todo funcione automáticamente en el canto, hay algunas cuestiones sobre las que no se puede pensar, que deben estar interiorizadas en el momento de la interpretación. 

Tres estupendas sopranos y dos tenores que visitan el aula 300 para trabajar repertorio tienen problemas relacionados con el hecho de pensar demasiado. Son tan responsables y quieren aquilatar tanto lo que hacen, que sea tan perfecto y cuidado que terminan por anteponer el pensamiento al sonido. Y, en ese momento, tengo que ponerme en marcha con la tarea de favorecer de nuevo la intuición, lo natural. 

A algunos no les importa que les permita relajarse, apearse de sus responsabilidades, "vaciar la cabeza para no molestar al resonador". Pero para otras y otros es complejo. Quieren seguir resolviendo problemas y rompecabezas, creen que si algo les resulta difícil el verdadero camino para resolverlo tiene que ser perseverar en la dificultad y hacerla aún más difícil. El problema aparecía en grado sumo en un tenor enormemente intelectual que terminó sus estudios en la 300 más o menos hace cuatro años. Ciertamente, en aquel momento, yo no tenía tan claros los problemas de pensar demasiado ni sus soluciones. Ahora lo detecto mejor: una de mis chicas y uno de mis chicos pierden todo el brillo y la proyección en el sonido cuando están demasiado obsesionados por controlarlo. Otra y otro lo comprimen intentando controlarlo, resultando de ello mayor tensión y menor calidad vocal. Al hacerlo, a esta chica se le activan además unas resonancias que hemos denominado "de la señorita Rottenmeier", porque dan como resultado un tono severo y agresivo. Al chico no le sucede esto, pero el sonido es excesivamente brillante, falsamente atenorado. Por último, tenemos el caso de una preciosa voz de soprano que altera su color y se convierte en una mezzo filósofa en el grave cuando piensa, dando como resultado dos colores en la voz. 


Robert Holl inclinado sobre un texto de Lied, ejemplo de cantante intelectual

Para todos ellos el resultado que mejor suele funcionar es pensar las cosas, razonar los problemas... y que les prohíba pensar en ellos. "Ahora que ya sabes qué es lo que no funciona, canta como si no lo supieras. Olvídate de todo". 

Olvidar es mucho más difícil que recordar. Relajados ante la idea de no tener que pensar en el problema, mis chicas y chicos abren la boca.. y el subconsciente activo se hace cargo de lo que les he prohibido que recuerden conscientemente. El sonido se relaja, la línea se flexibiliza, la voz alcanza su pleno apogeo en el resonador, su equilibrio perfecto de control y libertad.. y sí, muchas veces el alumnaje se queda aturdido porque saben que podrían no recordar ni recrear esa sensación ellos solos. 

Habrá quien se tome a broma que solamente se puede pensar "lo justo" al cantar. Parece dar a entender que un cantante demasiado intelectual es un problema en sí mismo. Pero no, nos referimos a la cantidad de pensamiento que puede asumirse MIENTRAS se está cantando, no en el momento de estudiar, de planificar una obra, de mejorar la cultura vocal, artística o musical. El exceso de responsabilidad molesta tanto al sonido natural como lo contrario, como la eterna sensación de que no hace falta pensar ni planificar nada... 


Castafiore, caricatura de una cantante lírica confiada a su intuición 








domingo, 19 de octubre de 2014

El alemán para canto


Acabo de dar forma al párrafo que me permite explicaros qué es lo que considero más importante a la hora de aprender alemán para el canto en el conservatorio. Lo acabo de plasmar en nuestra programación didáctica. Espero que os guste... y que os apetezca hacerlo realidad: 

No parece realista -en tan solo dos años de estudios de alemán con una clase compartida de hora y media a la semana- pretender que el alumno domine las destrezas habituales en los estudios de idiomas: comprender y expresarse tanto auditivamente como por escrito en la lengua moderna alemana. Entendemos, además, que esta no es ni debe ser la naturaleza de estas enseñanzas, puesto que el alumno sobre todo abordará la tarea de trabajar partituras escritas en una lengua anterior a las modificaciones ortográficas de los años noventa en Alemania, con las particularidades que ello supone. 

A nuestro entender, el alemán dado en el conservatorio debe tener como objetivo específico comprender y trabajar adecuadamente una partitura cuyo texto (y posiblemente las indicaciones dinámicas y agógicas) estén escritos en alemán, tratando de que el alumno alcance la mayor autonomía, pero también de que sea capaz de asesorarse del mejor modo posible en el caso de que le surjan dudas: consultando bibliografía apropiada, eligiendo versiones de escucha que tengan el nivel de perfección de pronunciación necesario, buceando por la red en busca de otras estrategias de mejora. 

Dicho de otro modo: el alumno o alumna que supere los objetivos mínimos de los dos cursos de enseñanza de alemán en el conservatorio difícilmente podrá pedir una pizza en Alemania sin señalar el expositor del restaurante. Tampoco se apañará muy bien para preguntar por el autobús correcto que le lleve al aeropuerto de Berlín. Sin embargo, cualquier extranjero o nacional alabará la perfección de su pronunciación a la hora de afrontar cualquier palabra nueva y, cuando tenga en sus manos una partitura escrita en alemán, dispondrá de los recursos necesarios para interpretarla correctamente desde un punto de vista textual en los siguientes aspectos: 

- Conocerá algunas palabras del léxico que le permitirán aventurar un posible significado.
- Habrá desarrollado la capacidad de elucubrar sobre lo que puede significar el texto a nivel simbólico una vez haya captado su sentido literal. 
- Deducirá si el texto está escrito en alemán normativo o con alguna variante dialectal.
- Entenderá el tempo de la pieza y las indicaciones de carácter que aparezcan. 
- Podrá decir correctamente el nombre de su compositor. 
- Sabrá pronunciar un 80% de las palabras que aparezcan en el texto en la primera lectura. 
- Conocerá los medios bibliográficos a su alcance a los que recurrir para deducir en qué reside la excepcionalidad de ese 20% restante y reproducirlo también correctamente. 
- Sabrá qué recursos puede emplear para dar variedad a un texto que se repita muchas veces (en la interpretación de un oratorio u aria de ópera). 
- Tendrá claro cómo puede dar variedad a una estructura estrófica llevando la atención a las palabras fundamentales de esta estrofa. 
- Intentará dar un carácter distinto a los personajes que intervienen en una canción dialogada o una balada. 
- Podrá deducir si un cantante que escucha en directo o en grabación pronuncia perfectamente o no y en qué criterios de sentido (literal y simbólico) se basa su interpretación, pudiendo -y posiblemente deseando- fundamentar por qué le gusta o no le gusta. 

Si la relación profesor-alumno ha sido la correcta y el esfuerzo por parte de ambos en el aula ha dado resultado, el alumno, además, habrá sucumbido a una cierta fascinación por el repertorio cantado en alemán y no caerá en el error de pensar, como nos sucede frecuentemente a los hispanoparlantes, que “todo suena demasiado fuerte”. 

viernes, 17 de octubre de 2014

El difícil equilibrio canto-persona-compositor

Este bonito cuadro representa una serenata popular 

Hace ya unas semanas que los alumnos de repertorio de canto del aula 300 se incorporaron a la clase. Como cada inicio de curso, las voces llegan frescas y descansadas del verano, lo que implica también que algunos de los conceptos trabajados o bien se han asentado en la memoria física de los alumnos.. o bien se olvidaron y hay que retomarlos de nuevo. Escuchando las distintas voces, su naturaleza y meditando sobre la persona en la cual se encuentran, siempre intento mediar entre la persona, su propia voz y la partitura. Porque, inevitablemente, en estas clases que son pequeños mundos, hay todo tipo de personas: alumnos que se pelean con su voz y tratan de que haga lo que ellos quieren sin tener en cuenta lo que a la propia voz le resulta más natural. También los tengo que se fían demasiado de la supuesta inteligencia de su propia voz; que valoran más que a la suya propia. Tanto un error como el otro suelen traducirse en lo mismo: querer elegir piezas incorrectas para ellos o interpretarlas de una forma que no les favorece, o bien a ellos mismos o bien a la música. Ambos problemas (por suerte) suelen coincidir y se resuelven generalmente bien, tanto para la música como para quien la interpreta, siempre que la persona sea flexible para aprender y se deje aconsejar. 

Después del espléndido verano, asistiendo durante muchos días al espectáculo diario de lo que es Brigitte Fassbaender mostrando a sus alumnos (muchos de ellos de la misma edad que los míos) los mejores métodos para conocerse a sí mismos, sus voces y sus repertorios, me he dado cuenta de que muchos problemas se repiten. No es nada difícil que coincidan ciertos estereotipos: sopranos muy responsables que necesitan analizar centímetro a centímetro todo lo que hacen, mezzos o barítonos muy extrovertidos que arrojan la voz hacia fuera en lugar de controlar cómo la emiten, tenores que temen el grito y confunden frasear delicadamente con tragarse todos los armónicos de la voz.. son problemas que, no obstante, pueden presentarse en personas y tesituras muy diferentes. Respecto a la conexión emisión-personalidad, llegué a darme cuenta de que las personas que tienden a gritar pueden ser o bien muy sociables y abiertas o bien todo lo contrario; personas inseguras. Las personas que, en cambio, reservan gran parte de la voz para su interior pueden ser tímidas, inseguras o incluso un poco arrogantes. Es decir; que es muy difícil saber a priori por qué una persona grita o se come la voz, pues convergen factores contradictorios. Además de las causas que relacionan la emisión con la personalidad, influyen mucho otros factores, entre otras cosas, la idea previa que el alumno tiene cómo "debería" sonar su voz "lírica". 

Para todos ellos, la clave suele ser conocerse bien, conocer su personalidad y elegir el repertorio en función de cómo se adecuan voz, persona y música elegida. Esta es una tarea que se lleva gran parte de la energía de mi semana: que aparezca la partitura perfecta en el momento perfecto para cada uno de los alumnos de repertorio. Y no es tarea sencilla. 

Ayer estuvo en clase un barítono con una voz tan estupenda y enorme como difícilmente controlable. Lleva poquito tiempo cantando así que, en función de su repertorio, suelo permitirle que compense cierta inseguridad técnica cantando un poco más fuerte. Pero claro, cantaba el aria más melodiosa de don Giovanni, el Deh Vieni, que precisamente se eligió a ver si le servía para refrenar parte del volumen gracias al carácter lírico de la declaración de amor. Y porque si Mozart funciona, no tendremos que recurrir al gran repertorio del siglo XIX, cosa siempre peligrosa en el caso de un alumno que no lleva formándose vocalmente tanto tiempo. 

Pero la cosa no terminaba de funcionar. El resultado era más o menos este: 

-¡¡¡¡¡¡¡¡ DEH VIEEEENI ALLA FINEEEEEEEESTRAAAAA, O MIIIIO TESOOOORO!!!!!!!!!!!!!!

- Mi querido Felipe (venga, sí, vamos a decidir que se llama Felipe), como sigas dando esas voces, la muchacha no solamente no se va a asomar a la ventana, sino que cerrará la persiana para que no se le caigan los cristales encima y acabará llamando a los antidisturbios para que te reduzcan. Tenemos que probar de otra manera. 

Cuando se fue habíamos conseguido una emisión algo más lírica, aunque no lo suficiente, pero sí lo bastante como para que me permitiera comprender (creo que a él también) que finalmente sí podrá hacerse a la pieza. Y me planteé lo diferente que habría sido todo si esa obra la hubiera intentado cantar alguno de mis otros alumnos. Me imagino mis reacciones a su primera frase. 

- ...deh vieeni alla fineestra, o mio tesooooro.. 

- Marcos, a ese volumen cantando desde la calle, la chica no te puede oír. Ni aunque tenga la ventana abierta. Va a seguir durmiendo y pasando de ti. Necesitamos los armónicos para comunicar; incluso cuando cantamos piano. No te olvides de que tienen que oírte en la fila diez y en la fila treinta del teatro. 

- deh viEEEEni allÁAAA finÉEEEEstra, oh mIIIIIIIo teSOOOOOOOro...

- Javier, me temo que solamente estás cantando las notas agudas y largas. Tu fraseo debería abarcar también las notas pequeñas y graves, porque sin ellas, la línea pierde toda la calidad. Además, al final lo que pasa es que tampoco hay legato, porque esas notas más grandes suenan acentuadas...

Me sorprende a veces que sea capaz de decir una cosa y toda la contraria según la persona que canta. Que haya alumnos a los que les tenga que decir "piensa que vas a hacer eso, pero no lo hagas o sonará exagerado" y otros a los que les sugiera "hazlo, pero hazlo de una forma tan evidente que te resulte exagerado y caricaturesco". Todo depende de la relación que tenga el alumno con lo que piensa que suena en el exterior, con lo que le gusta o valora de las grabaciones que escucha, si tiene criterios estilísticos definidos o no, si pone la interpretación musical por delante de encontrar su propia calidad vocal o si piensa por el contrario que la partitura es un pretexto para encontrar su sonido. 

Chicas, chicos, es un placer empezar el curso con vosotros. Y una motivación enorme. A ver qué tal se nos da... :) 

miércoles, 28 de mayo de 2014

Notas al programa de "En alta mar les sirve de brújula una rosa"



“En alta mar les sirve de brújula una rosa” 
(Federico García Lorca. Oda a Salvador Dalí) 

León, 7 de Abril de 2014
Astorga, 20 de Abril de 2014

En realidad, este concierto no estaba previsto así. Al diseñarlo, mi maquiavélico plan era investigar con los alumnos de canto -que trabajan su repertorio y la lengua alemana en el Aula 300- por qué Franz Schubert puso en música tantas canciones sobre ríos y Robert Schumann sobre flores. La pregunta ya era entonces un poquito maliciosa y se basaba en algo que saben bien los que leen poesía: tanto las flores como los ríos son símbolos habituales del amor y de las relaciones eróticas. Sin embargo, no significa lo mismo si Silvia y Pedro cortan juntos una rosa que si cruzan un río. En el primer caso se está poniendo de relevancia a Silvia -sobre todo si se supone que es o era virgen- y, en el segundo caso, a Pedro. 

Sin embargo, cuando reflexionamos sobre las metáforas y sus significados, en el aula 300 somos muy conscientes de que nuestra forma de hablar y pensar condiciona lo que hacemos. Enseguida pensamos en probar hasta qué punto los roles y la forma de hablar podían intercambiarse al hablar de los ríos y las flores. Si un pianista acompañante puede acompañar cualquier emoción descrita en una canción, ya sea imitando el murmullo del agua (como podéis oír en todas las canciones de Schubert que hablan de los ríos o el mar) o la redondeada forma de la rosa (como sucede en Meine Rose y Röselein de Schumann), ¿por qué no podría hacerlo un cantante? En el arte, con frecuencia, se han intercambiado los papeles y mujeres con voces graves siguen cantando en la actualidad en la ópera papeles de chico, mientras que hombres que imitan con una técnica especial la voz de la mujer cantan roles de mujeres. 

Además, descubrimos algo que impregnaba la mayoría de los temas que encontrábamos: el río aparece con mucha frecuencia como metáfora del propio discurrir de los pensamientos y las flores como símbolo de la belleza. Nos pareció un poco limitado que la reflexión sobre la trascendencia de la vida viniese asociada únicamente a los hombres y la belleza a las mujeres. Limitado y tremendamente pasado de moda, por suerte. 

Así que el experimento continuó y muchos valerosos alumnos de canto aceptaron cambiar sus roles y probar emociones que el poeta había asignado a una persona de un sexo diferente al suyo. El resultado solamente podía ser el mismo que captamos a diario en nuestra vida cotidiana: el éxito, puesto que la empatía nos une a todos y nos hace capaces de comprender las emociones de cualquier persona. Esta es la misma empatía que nos hizo poner el cerebro en marcha para comparar que las flores y ríos significan lo mismo con ligeras variantes en casi todas las canciones europeas. Y nos hizo rebuscar en el tesoro de canciones escritas en épocas tan alejadas de la nuestra (si os dais cuenta, las canciones más antiguas del programa son del siglo XVII y las más modernas del XX), y revolver en otros países y culturas, con el fin de comprendernos mejor a nosotros mismos a través de las emociones que han vivido, puesto en verso o cantado otras personas sensibles, inteligentes y cultas. 

Hemos estructurado el programa en función de los temas,acercándonos desde el río entendido como vida o como pensamiento hacia las rosas. ¿Por qué hemos elegido este recorrido? Por su fuerza simbólica: al organizarlo así, vamos avanzando desde la cotidianidad hasta los ideales, desde la lucha diaria (la pesca) hasta el amor o los ideales más perfectos (la rosa). Entre medias, conocemos las cualidades de otras flores; que normalmente son personificaciones: hemos descubierto que los jazmines en alemán son personificaciones masculinas, aunque sean flores. Que la proverbial metáfora de la modestia de las violetas proviene de que no sobresalen sobre el césped, sino que quedan medio ocultas entre las briznas de hierba. Que Urlicht fue el nombre que Mahler quiso dar a un texto que le conectaba profundamente con una espiritualidad católica pero universal, pues no se limitaba a ser un dogma. También que la flor de loto es el equivalente simbólico de la rosa en Asia, es decir, la metáfora de lo más perfecto y más hermoso. Y que buscar la rosa significa afrontar la vida, porque -ya lo dice Sabina en Y sin embargo- no existen las rosas sin espinas. O, lo que es lo mismo, que no existen atajos para materializar los propios sueños ni medios de eludir las dificultades cuando se sueña realmente con alcanzar algo valioso). Los alumnos de canto podrían hablaros mucho, muy extensamente de su propia “rosa”: Su ilusión de aprender a cantar. Su propia voz, tal y como se va formando en el relato de El ruiseñor y la rosa: pétalo a pétalo, sobre la espina de su propio esfuerzo. 

Una vez en casa, leed a Machado, a Lorca, a Hernández.. a quienes evocan la eternidad de la rosa. Pero leed también a quienes claman en nuestros tiempos contra las injusticias: a Olga Rodríguez.. "necesitamos el pan, pero también las rosas". 

Sí. Deberíamos haber reservado un espacio para hablar de los poetas -cielo santo, desde luego que Heine y Goethe se lo merecen tanto como Metastasio al menos-, de cómo los compositores eligen unas letras y no otras, de que las canciones con piano son una forma muy especial de música, que ni es ópera ni es tampoco canción popular, pero... ¿realmente creéis que cabe todo en estas páginas? En realidad, creo que solo acabamos de empezar a soñar. Ojalá que alguna de estas páginas musicales maravillosas unida a sus letras tan emocionantes os hable de vuestra propia vida y os evoque nuevos sueños. 

Saludos de una profesora muy friqui

sábado, 26 de abril de 2014

Los conciertos de Adriana



Se llama Adriana Viñuela y es estudiante de cuarto curso de enseñanzas profesionales (en rigor, "grado medio" expresaba mucho mejor lo que son estos estudios previos al Grado Superior). 

Su programa de concierto de este año es, inevitablemente, el de una alumna que todavía tiene muchas cosas que probar y descubrir en su voz, bonito instrumento de lírico-ligera.

Sin embargo, su forma de pensar ya es muy distinta a la de un estudiante. Podéis verlo en la agrupación de las canciones, en la elección de un título, en la coherencia que intenta dar a los grupos, en su valentía a la hora de abordar algo tan complejo -y tan necesario y justo con la Historia- como El Molinero de Antonio José.. pero sobre todo, podéis oírlo en su forma de cantar. 

El cartel remite al concierto del 25 de abril en el Conservatorio de Música de León. Pero también actuará el 9 de mayo en Valencia de don Juan, su ciudad natal. 


El programa

"Y a la media noche me venga a rondar". 


LA NATURALEZA, CONFIDENTE DEL AMOR:
Aure soavi e liete - G. F. Händel (1685 – 1759)
El jilguerillo con pico de oro - Blas de Laserna (1751 – 1816)

Die Lotosblume - R. Schumann (1810 – 1856)
Das Veilchen - W. A. Mozart (1756 – 1791)
Meine Rose - R. Schumann (1810 – 1856)
Urlicht - G. Mahler (1860 – 1911)

EL ANHELO DEL AMOR HUMANO:
Giunse al fin il momento - W.A. Mozart (1756 – 1791)
Eccomi in lieta vesta - V. Bellini (1801 – 1835)

Allá arriba en aquella montaña - J. Guridi (1886 – 1961)
El Molinero - Antonio José (1902 – 1936)

domingo, 6 de abril de 2014

Algunas presentaciones posibles para el concierto de mañana


En esta entrada recopilo frases para facilitar la presentación de cada una de las canciones del concierto del lunes. Me parece buena idea que las presentéis, pero con una frase breve, que evite una prolija explicación. ¿Os parece bien? Partid de la frase (o "las frases") que os propongo y modificadla a vuestro gusto, para que represente mejor lo que os hace sentir la canción que cantáis. Pero no la alarguéis demasiado. Es preferible dar un poco de información que se entienda muy bien que explicarlo todo demasiado:  


Die Forelle: 

- En la más conocida de las canciones de Schubert, el pescador enturbia las aguas para poder confundir al pez que pesca. Siempre se ha interpretado como un símbolo del poder que recrudece las normas para poder atrapar a los que quieren pensar por libre, es decir, como un símbolo de la censura. 

- Die Forelle cuenta la historia de un pez que nada tranquilo en las aguas claras de un río. Un pescador intenta atraparlo, pero se da cuenta de que el pez es más rápido que él. Recurre a la treta de engañarlo revolviendo el agua, es decir, haciendo trampas en vez de jugar limpio. 

Fischerweise: 

- En esta fábula en la que un pescador tiende sus redes y afronta su trabajo cantando, creemos que la pastora que intenta pescar al propio pescador no es consciente de algo importante: el pescador es del agua y ella de la tierra. Viven en dos mundos incompatibles. 

Lied eines Schiffers an die Dioskuren

El navegante que afronta a diario los peligros con su barca, se siente reconfortado por la presencia de los dióscuros, las dos estrellas gemelas que le permiten saber a dónde va. ¿Son quizá la metáfora de dos ojos a los que dirige también el rumbo de su vida? No lo sabemos. Pero oímos bajo la barca el rumor de las criaturas marinas que la acompañan en la noche oscura. 

Già il sole dal Gange: 

En esta canción barroca italiana, el sol y los rayos que pinta en el prado junto al río Ganges son más importantes que el propio río. Es una metáfora que nos invita a disfrutar de los momentos felices que nos aporta la vida. 

Am Meer: 

En la solitaria luz del atardecer, todo está tranquilo en apariencia. Pero cambia el aire y la oscura corriente del mar hace a la novia emocionarse junto a su galán. Preso de esas lágrimas, el joven enamorado siente que fueron en su vida como un veneno. 

Der Himmel hat eine Träne geweint: 

El cielo ha llorado una lágrima que se ha perdido en el mar. Una ostra ha podido atraparla y cobijarla. Crecerá en ella hasta convertirse en una hermosa perla. Schumann podría haberse sentido identificado en el molusco, pues rogó mil veces a su suegro que le deje proteger a su amada: Clara Wieck, casarse con ella. Pero también puede ser una metáfora de la propia pareja y de la maternidad. La perla sería entonces el primer niño de Robert y Clara. 

Liebesbotschaft: 

Separado de su amada, el joven manda al arroyo como mensajero ante ella, pidiéndole que no se olvide de refrescar las flores del jardín, a las que ella tanto cuida. El río es en esta metáfora la corriente de los pensamientos, que viajan incesantes. 

Vaga luna: 

En esta pieza, la confidente del amor es la propia luna, que reina sobre los ríos y flores. También ella debe transmitirle a la amada lo mucho que el galán la echa de menos. 

Jasminenstrauch: 

Esperando la primavera, un ramo de jazmines despierta todo nevado y se pregunta.. ¿por qué a mí?


Die Lotosblume

Ocultándose de los rayos del sol a los que teme, surge la flor de loto protegida por la noche para sonreír a su amado, que es la luna. Esto sucede porque, en alemán, a diferencia de la mayoría de las lenguas europeas, la luna es un chico y el sol una mujer. 

Le violette: 

En esta pieza, la modestia de las violetas se ve en cómo las pequeñas y graciosas flores se ocultan, tímidas, bajo las hojas. 

Das Veilchen: 

Aunque esta pieza es muy breve, Goethe y Mozart describen en ella muchos estados de ánimo: una tímida violeta (que en alemán sería "un violeto") vive en una pradera. Pasa una pastora muy alegre cantando y la violeta piensa en lo mucho que le gustaría enamorarla. La pastora no repara en la presencia de la violeta y la pisa. Antes de morir, la modesta violeta, siempre feliz, se alegra de que, si tiene que morir, sea a los pies de su amada. ¡Qué violeta tan modesta!

Nachtviolen


En Nachtviolen, el poeta describe dos violetas de color profundo y triste, que miran al mundo como dos ojos. Dos ojos muy espirituales y queridos. Es posible que haya un vínculo entre los ojos que representan estas violetas y los Dióskuros de los que hablábamos antes, porque están descritos por el mismo poeta: el alemán Mayrhofer. 




Se tu m'ami: 

Una pastora se deja cortejar por un chico. Eso sí, antes le advierte muy clarito de sus intenciones: "Hoy puedo coger una rosa y mañana desdeñarla a causa de sus espinas. Después de todo, no porque me gusten los lirios voy a despreciar a las demás flores"

Röselein, röselein: 

Un joven soñador se pregunta si no existirán las rosas sin espinas. Sueña con una y la busca desesperadamente. Pero el arroyo, que de nuevo simboliza los pensamientos, le advierte: "déjalo estar. Es así: ¡la espina forma parte de la rosa!". 

Meine Rose: 

Meine Rose es una de las piezas más enigmáticas de la literatura de canciones alemanas. No sabemos por qué la rosa está enferma a causa del exceso de sol, ni por qué el chico que la cuida y la atiende siente que al regarla sana su propia vida. Para mí (...)

Urlicht: 

En Urlicht, la rosa roja representa a toda la Humanidad, con sus miedos, con sus aspiraciones. Mahler, como muchas otras personas que dejaron de creer en la religión tal y como se entendía en la Europa católica, elige el símbolo de la rosa y lo sitúa en el centro de su sinfonía más espiritual, a la que llamó "Resurrección". En ella nos muestra su preocupación por la eternidad, que en su caso era el deseo de que, algún día, su música se interpretase en todo el mundo. 









lunes, 31 de marzo de 2014

En alta mar les sirve de brújula una rosa



El lunes, 7 de abril de 2014 a las siete y media de la tarde, los alumnos de canto y su alocada profesora de repertorio presentamos en el Auditorio del Conservatorio de León nuestro anhelado proyecto de canciones para este año, con el hilo temático de las aguas y las flores. Hermoso recorrido. Aquí tenéis el programa y algunas lecturas que os pueden servir de inspiración hasta ese día: 


“En alta mar les sirve de brújula una rosa”
Canto al agua y las flores como metáforas de la poesía. 

(Federico García Lorca: Oda a Salvador Dalí) 

PROGRAMA: 

El agua como lugar de lucha: En tu vida, ¿pescas o te pescan?  (Nuria) 

Die Forelle (F.Schubert)
Fischerweise  (F.Schubert)

De la vida como el navegar. Del río como corriente de los pensamientos: 

Gia il sole dal Gange -A. Scarlatti- (Guillermo) 
Lied eines Schiffers an die Dioskuren -F.Schubert- (Victoria) 
Im Rhein, im schönen Strome - F.Liszt- (Carmen) 

El mar, seno de las emociones más profundas: 

Am Meer -F.Schubert- (Victoria) 
Der Himmel hat eine Träne geweint -R.Schumann (Rosa) 

De cómo el amor lleva a los ríos a regar las flores: 

Am Bach im Frühling -F. Schubert- (Carmen) 
Liebesbotschaft -F. Schubert- (Alfonso) 
Vaga luna -V. Bellini- (Toni) 
Bonita rama de sauce -C. Guastavino- (María Jesús) 
....
Las flores y sus personificaciones: 

El jazmín soñador, la seductora flor de loto: -R.Schumann-
Jasminenstrauch(Alfonso) 
Die Lotosblume (Adriana) 

Las modestas violetas: 
Le violette -A.Scarlatti- (Rosa) 
Das Veilchen -W.A.Mozart- (Adriana) 
Nachtviolen -F.Schubert- (Rosa)

La rosa, sueño del ideal y el amor: 

La lucha por la rosa: Rosas y espinas
Heidenröslein -Schubert- (Guillermo) 
Röselein, roselein! -Schumann- (Rosa) 

 De lo inmaterial y la rosa: 
Meine Rose -R. Schumann (Adriana) 
La rosa y el sauce -C. Guastavino- (Nacho) 
Urlicht -G. Mahler- (Adriana) 


Lecturas orientativas, versos, fragmentos... Para saborear y paladear previamente este hermoso recorrido, en el que el agua que corre representa al mismo tiempo la vida y nuestros pensamientos, las flores se asemejan a las personas agradables que encontramos en nuestro recorrido... y la rosa es el ideal que alumbra nuestro destino, tanto si representa el amor como si es símbolo de toda la humanidad y sus anhelos. 

Miguel Hernández: 

Sobre el agua: 

(Para am Meer)

Tus ojos parecen
agua removida.
¿Qué son?

Tus ojos parecen
el agua más turbia
de tu corazón.
¿Qué fueron? ¿Qué son?
En el fondo del hombre
agua removida.

En el agua más clara
quiero ver la vida.

En el fondo del hombre
agua removida.

En el agua más clara
sombra sin salida.

En el fondo del hombre
agua removida.


Der Himmel hat eine Träne geweint: 

Cerca del agua te quiero llevar,
porque tu arrullo trascienda del mar.

Cerca del agua te quiero tener,
porque te aliente su vívido ser.

Cerca del agua te quiero sentir,
porque la espuma te enseñe a reír.

Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.

Cerca del agua perdida del mar,
que no se puede perder ni encontrar.


El amor de flores y ríos: 

Cogedme, cogedme.
Dejadme, dejadme,
fieras, hombres, sombras,
soles, flores, mares.
Cogedme.
Dejadme.

...

En este campo
estuvo el mar.
Alguna vez volverá.
Si alguna vez una gota
roza este campo, este campo
siente el recuerdo del mar.
Alguna vez volverá.

Rosa: 
Si nosotros viviéramos
lo que la rosa, con su intensidad,
el profundo perfume de los cuerpos
sería mucho más.

¡Ay, breve vida intensa
de un día de rosales secular
pasaste por la casa
igual, igual, igual
que un meteoro herido, perfumado
de hermosura y verdad.

La huella que has dejado es un abismo
con ruinas de rosal
donde un perfume que no cesa hace
que vayan nuestros cuerpos más allá.

El sol, la rosa y el niño
flores de un día nacieron.
Los de cada día son
soles, flores, niños nuevos.

Mañana no seré yo:
otro será el verdadero.
Y no seré más allá
de quien quiera su recuerdo.

Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo.

Entre las flores te fuiste.
Entre las flores me quedo.

PABLO NERUDA: 

Abeja blanca zumbas --ebria de miel en mi alma
y te tuerces en lentas espirales de humo.
Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.
Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última.
En mi tierra desierta eres tú la última rosa.
Ah silenciosa!
Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche.
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa.
Tienes ojos profundos donde la noche alea.
Frescos brazos de flor y regazo de rosa.
Se parecen tus senos a los caracoles blancos.
Ha venido a dormirse en tu vientre una mariposa de sombra.
Ah silenciosa!
He aquí la soledad de donde estás ausente.
Llueve. El viento del mar caza errantes gaviotas.
El agua anda descalza por las calles mojadas.
De aquel árbol se quejan, como enfermos, las hojas.
Abeja blanca, ausente, aún zumbas en mi alma.
Revives en el tiempo, delgada y silenciosa.
Ah silenciosa !


Federico García LORCA

(fragmento)
"¡Qué sería la vida sin rosas!
Una senda sin ritmo ni sangre, 
un abismo sin noche ni día.
Ellas prestan al alma sus alas, 
que sin ellas el alma moría,
sin estrellas, sin fe, sin las claras
ilusiones que el alma quería.

Ellas son refugio de muchos corazones 
ellas son estrellas que sienten el amor, 
ellas son silencios que lentos escaparon 
del eterno poeta nocturno y soñador, 
y con aire y con cielo y con luz se formaron,
por eso todas ellas al nacer imitaron 
el color y la forma de nuestro corazón.
Ellas son las mujeres entre todas las flores,
tibios sancta sanctorum de la eterna poesía, 
neáporis grandiosas de todo pensamiento, 
copones de perfume que azul se bebe el viento,
cromáticos enjambres, perlas del sentimiento, 
adornos de las liras, poetas sin acento.
Amantes olorosas de dulces ruiseñores.
Madres de todo lo bello,
sois eternas, magníficas, tristes 
como tardes calladas de octubre, 
que al morir, melancólicas, vagas, 
una noche de otoño las cubre, 
porque al ser como sois la poesía 
estáis llenas de otoño, de tardes, 
de pesares, de melancolía, 
de tristezas, de amores fatales,
de crepúsculo gris de agonía,
que sois tristes, al ser la poesía 
que es un agua de vuestros rosales".


Suite del agua

País

En el agua negra, 
árboles yacentes, 
margaritas 
y amapolas.

Por el camino muerto 
van tres bueyes.

Por el aire, 
el ruiseñor, 
corazón del árbol.


JORGE LUIS BORGES 

La rosa,
la inmarcesible rosa que no canto,
la que es peso y fragancia,
la del negro jardín de la alta noche,
la de cualquier jardín y cualquier tarde,
la rosa que resurge de la tenue
ceniza por el arte de la alquimia,
la rosa de los persas y de Ariosto,
la que siempre está sola,
la que siempre es la rosa de las rosas,
la joven flor platónica,
la ardiente y ciega rosa que no canto,
la rosa inalcanzable. 

EL PRINCIPITO (Antoine de Saint Exupéry)

"—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Lo esencial es invisible a los ojos —repitió el principito—, a fin de acordarse.
El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
El tiempo que perdí por mi rosa... —dijo el principito—, a fin de acordarse.
Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—. Pero tú no debes olvidarla.
Eres responsable de tu rosa". 

EL RUISEÑOR Y LA ROSA (Oscar WILDE)


"-Si necesitas una rosa roja -dijo el rosal -, tienes que hacerla con notas de música al claro de luna y teñirla con sangre de tu propio corazón. Cantarás para mí con el pecho apoyado en mis espinas. Cantarás para mí durante toda la noche y las espinas te atravesarán el corazón: la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.

-La muerte es un buen precio por una rosa roja -replicó el ruiseñor-, y todo el mundo ama la vida. Es grato posarse en el bosque verdeante y mirar al sol en su carro de oro y a la luna en su carro de perlas. Suave es el aroma de los nobles espinos. Dulces son las campanillas que se esconden en el valle y los brezos que cubren la colina. Sin embargo, el amor es mejor que la vida. ¿Y qué es el corazón de un pájaro comparado con el de un hombre?

Entonces desplegó sus alas obscuras y emprendió el vuelo. Pasó por el jardín como una sombra y como una sombra cruzó el bosque.

El joven estudiante permanecía tendido sobre el césped allí donde el ruiseñor lo dejó y las lágrimas no se habían secado aún en sus bellos ojos.

-Sé feliz -le gritó el ruiseñor-, sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio corazón. Lo único que te pido, en cambio, es que seas un verdadero enamorado, porque el amor es más sabio que la filosofía, aunque ésta sea sabia; más fuerte que el poder, por fuerte que éste lo sea. Sus alas son color de fuego y su cuerpo color de llama; sus labios son dulces como la miel y su hálito es como el incienso".


Oda a Salvador Dalí. Federico García Lorca

Una rosa en el alto jardín que tú deseas. 
Una rueda en la pura sintaxis del acero. 
Desnuda la montaña de niebla impresionista. 
Los grises oteando sus balaustradas últimas. 

Los pintores modernos en sus blancos estudios, 
cortan la flor aséptica de la raíz cuadrada. 
En las aguas del Sena un ice-berg de mármol 
enfría las ventanas y disipa las yedras. 

El hombre pisa fuerte las calles enlosadas. 
Los cristales esquivan la magia del reflejo. 
El Gobierno ha cerrado las tiendas de perfume. 
La máquina eterniza sus compases binarios. 

Una ausencia de bosques, biombos y entrecejos 
yerra por los tejados de las casas antiguas. 
El aire pulimenta su prisma sobre el mar 
y el horizonte sube como un gran acueducto. 

Marineros que ignoran el vino y la penumbra, 
decapitan sirenas en los mares de plomo. 
La Noche, negra estatua de la prudencia, tiene 
el espejo redondo de la luna en su mano. 

Un deseo de formas y límites nos gana. 
Viene el hombre que mira con el metro amarillo. 
Venus es una blanca naturaleza muerta 
y los coleccionistas de mariposas huyen. 

* * * 

Cadaqués, en el fiel del agua y la colina, 
eleva escalinatas y oculta caracolas. 
Las flautas de madera pacifican el aire. 
Un viejo dios silvestre da frutas a los niños. 

Sus pescadores duermen, sin ensueño, en la arena. 
En alta mar les sirve de brújula una rosa. 
El horizonte virgen de pañuelos heridos, 
junta los grandes vidrios del pez y de la luna. 

Una dura corona de blancos bergantines 
ciñe frentes amargas y cabellos de arena. 
Las sirenas convencen, pero no sugestionan, 
y salen si mostramos un vaso de agua dulce. 

* * * 

¡Oh, Salvador Dalí, de voz aceitunada! 
No elogio tu imperfecto pincel adolescente 
ni tu color que ronda la color de tu tiempo, 
pero alabo tus ansias de eterno limitado. 

Alma higiénica, vives sobre mármoles nuevos. 
Huyes la oscura selva de formas increíbles. 
Tu fantasía llega donde llegan tus manos, 
y gozas el soneto del mar en tu ventana. 

El mundo tiene sordas penumbras y desorden, 
en los primeros términos que el humano frecuenta. 
Pero ya las estrellas ocultando paisajes, 
señalan el esquema perfecto de sus órbitas. 

La corriente del tiempo se remansa y ordena 
en las formas numéricas de un siglo y otro siglo. 
Y la Muerte vencida se refugia temblando 
en el círculo estrecho del minuto presente. 

Al coger tu paleta, con un tiro en un ala, 
pides la luz que anima la copa del olivo. 
Ancha luz de Minerva, constructora de andamios, 
donde no cabe el sueño ni su flora inexacta. 

Pides la luz antigua que se queda en la frente, 
sin bajar a la boca ni al corazón del bosque. 
Luz que temen las vides entrañables de Baco 
y la fuerza sin orden que lleva el agua curva. 

Haces bien en poner banderines de aviso, 
en el límite oscuro que relumbra de noche. 
Como pintor no quieres que te ablande la forma 
el algodón cambiante de una nube imprevista. 

El pez en la pecera y el pájaro en la jaula. 
No quieres inventarlos en el mar o en el viento. 
Estilizas o copias después de haber mirado, 
con honestas pupilas sus cuerpecillos ágiles. 

Amas una materia definida y exacta 
donde el hongo no pueda poner su campamento. 
Amas la arquitectura que construye en lo ausente 
y admites la bandera como una simple broma. 

Dice el compás de acero su corto verso elástico. 
Desconocidas islas desmiente ya la esfera. 
Dice la línea recta su vertical esfuerzo 
y los sabios cristales cantan sus geometrías. 

* * * 

Pero también la rosa del jardín donde vives. 
¡Siempre la rosa, siempre, norte y sur de nosotros! 
Tranquila y concentrada como una estatua ciega, 
ignorante de esfuerzos soterrados que causa. 

Rosa pura que limpia de artificios y croquis 
y nos abre las alas tenues de la sonrisa 
(Mariposa clavada que medita su vuelo). 
Rosa del equilibrio sin dolores buscados. 
¡Siempre la rosa! 

* * * 

¡Oh, Salvador Dalí de voz aceitunada! 
Digo lo que me dicen tu persona y tus cuadros. 
No alabo tu imperfecto pincel adolescente, 
pero canto la firme dirección de tus flechas. 

Canto tu bello esfuerzo de luces catalanas, 
tu amor a lo que tiene explicación posible. 
Canto tu corazón astronómico y tierno, 
de baraja francesa y sin ninguna herida. 

Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua, 
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle. 
Canto la sirenita de la mar que te canta 
montada en bicicleta de corales y conchas. 

Pero ante todo canto un común pensamiento 
que nos une en las horas oscuras y doradas. 
No es el Arte la luz que nos ciega los ojos. 
Es primero el amor, la amistad o la esgrima. 

Es primero que el cuadro que paciente dibujas 
el seno de Teresa, la de cutis insomne, 
el apretado bucle de Matilde la ingrata, 
nuestra amistad pintada como un juego de oca. 

Huellas dactilográficas de sangre sobre el oro, 
rayen el corazón de Cataluña eterna. 
Estrellas como puños sin halcón te relumbren, 
mientras que tu pintura y tu vida florecen. 

No mires la clepsidra con alas membranosas, 
ni la dura guadaña de las alegorías. 
Viste y desnuda siempre tu pincel en el aire 
frente a la mar poblada de barcos y marinos.

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